¿Cómo sería sin padre ni madre para disciplinarnos? ¡Descubre aquí!

Dios disciplina a sus hijos. Es posible que hayas oído esto antes. ¿Pero sabías que este santo Padre castiga también a sus hijos?

Es fácil pensar en nuestro Padre Celestial como un padre malo y que nos deja escapar con los pecados que cometemos, esperando que nunca nos conozca o nos vea. Pero, amigo, Dios siempre ve y sabe.

Por lo tanto, la mejor opción cuando pecamos es:

a) Admitir nuestros errores y ser dueños de nuestros errores o pecados,
b) Pedimos perdón a nuestro Padre por cometer nuestro pecado,
c) Pedir perdón por nuestro pecado,
y,
d) Alejarse completamente de nuestro pecado (arrepentimiento) haciendo un giro u y no cometer el mismo acto deliberado de nuevo.

¡Para ser hijos e hijas del Dios Vivo, tenemos que ser azotados con la vara! Este es un verdadero signo de amor y, si nunca somos disciplinados por nuestro Padre, nunca aprendemos de nuestros errores, lo que significa que ahogamos nuestro crecimiento espiritual y nunca crecemos. Sin disciplina, nunca nos convertiríamos en los hombres y mujeres maduros que Dios nos ha llamado a ser.

Espero que hayas aprendido hoy una lección sobre el Padre de todos los padres y yo te ruego que crezcas en Él para conocer su amor.


¡Bendiciones!